Me gusta como escribe ésta mujer, independientemente de si el libro es bueno o malo. Este libro en vez de ser protagonista el asesino o el policía como estamos acostumbrados, lo es el forense. Lo que es bastante surrealista, que si Berta lleva huyendo 11 años de repente le cuente su vida con pelos y señales a un chaval que acaba de conocer en la calle. Y no sólo ella, sino también Santi, y cosas del caso que no sabe ni la policía. Ahí patinó un poco. Pero aparte de eso, el libro en sí es bueno. Lo que me asombra es que casi siempre los personajes de muchos libros nunca tienen problemas de dinero. Berta pagó el alquiler por 3 meses, le paga 100€ por día a Chiqui, compra una puerta blindada, piden comida a domicilio y un largo etcétera. El final un poco malillo.
hace 4 meses