Sin ser una lectora habitual del género breve, he de reconocer que los cuentos de Capote me han conquistado plenamente. La prosa de Capote parece estar meticulosamente escogida para cada relato, quedándote la sensación de que no sobra ninguna palabra ni tampoco falta ninguna otra. Simplemente, todo encaja a la perfección a la hora de plasmar lo que el autor tiene en mente. Muchos de los cuentos transmiten una sensación de cotidianeidad, pero a la vez están marcados por acontecimientos atípicos, como el de una mujer que acude a una consulta de un doctor muy poco frecuente, pues se dedica a comprar sueños. Asimismo, un buen número de relatos tienen una influencia sureña. Es algo que se destaca en el prólogo de la obra, así como el influjo sobre él de autoras como Carson McCullers y Eudora Welty (a las que no he leído aún, algo a lo que tengo intención de poner remedio pronto). Por otro lado, varios relatos tienen a los mismos protagonistas: un niño de siete años y una mujer de más de sesenta, que son familiares y comparten una amistad muy especial. Estos son los cuentos que más me han gustado, pues transmiten mucha ternura pero en ningún modo llegan a ser cursis. La lectura de los cuentos de Truman Capote me ha dejado muy buen sabor de boca. Estoy segura de que releeré muchos de ellos, transmiten algo muy especial.
hace 11 años