Es evidente que un libro enfocado a diseccionar la rivalidad entre Earvin Magic Johnson y Larry Bird tenía que resultar en una lectura atractiva y gratificante, y más cuando a bordo de la empresa se encuentran sus propios protagonistas, aunque narrados por la pluma de la columnista de ESPN Jackie MacMullan. Cuando éramos los mejores se lee con la ligereza y el placer de una de las más grandes aventuras baloncestísticas. Si Magic y Bird forjaron un antagonismo de leyenda, este antagonismo fue, además, el que impulsó la NBA —con el posterior y definitivo empujón de Jordan— a los niveles planetarios de hoy. Minucioso en el análisis de la rivalidad, el libro entretiene e ilustra a partes iguales, siendo muy difícil que un aficionado al baloncesto no disfrute sobremanera con él. Y también los aficionados al deporte en general, o cualquiera que se adentre en sus páginas. Pero la presencia de Magic y Bird como narradores tiene también un daño colateral que empaña lo que podría haber sido la obra definitiva sobre la rivalidad de los dos monstruos: la visión es demasiado amable, demasiado parcial, soslayando conscientemente los episodios más oscuros o truculentos, dejando un mero registro de la rivalidad deportiva, que aún siendo ya de por sí fascinante, seguramente podría ser muchísimo más atrayente si hubiera surcado terrenos menos anclados en la complacencia. (Carlos Cruz, 9 de octubre de 2015)
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