Me ha gustado bastante, aunque a veces me he sentido perdido porque las historias tienen y no tienen relación entre ellas. Pero en conjunto me ha parecido una metáfora de lo que es el ser humano. El libro cuenta la vida en Marte como metáfora de la capacidad del hombre para apoderarse y destruir todo lo que le rodea. A veces da la sensación de que son episodios sueltos y sin pies ni cabeza, pero en realidad todos tratan un aspecto crítico del ser humano. Por otro lado, también pienso que no son cuentos sueltos, sino que es una historia no lineal ni con los mismos protagonistas, pero unida por un hilo fino entre los personajes y las situaciones que van pasando. Lo más curioso a medida que vas leyendo el libro es que me vas imaginando el paisaje de Marte de distintos colores y formas: rojo, azul, verde, y desierto, sólo rocas, mares secos... En definitiva, un libro muy interesante y recomendable (100% Bradbury).
hace 14 años