Dudaba con qué novela empezar a leer a Thomas Mann. Decidí dejar para mas adelante pesos pesados como "La montaña Mágica" o "Los Buddenbrook", descarté "La muerte en Venecia" porque no me gustó la película (salvo la grandiosa escena final). Al final fue esta novela elegida porque me atrajo la sinopsis y el título. Y bien, estoy contento. La lectura no presenta dificultad pero no es novela para los que busquen una trama que enganche o que vaya al grano. La acción es lenta, demorada, se recrea en detalles y perlas filosóficas. Pueden pasar varias páginas con la narración del entusiasmo que Félix siente ante la habilidad de una trapecista de circo, o con una extensa conversación científica sobre evolución y paleontología, o con un maravilloso discurso de Krull en defensa del amor físico. Estas disgresiones son lo mejor del libro con diferencia. Félix Krull es un buen personaje aunque no tanto como esperaba, mejora mucho cuando se relaciona con otros personajes. Es un joven atractivo, algo vanidoso y narcisista, que gracias a su inteligencia y a algo de suerte irá mejorando su vida. No me parece que sea un estafador como proclama el título español, no es alguien que te engaña para quedarse con tu dinero, es mas un impostor, alguien que te engaña porque no es quien aparenta ser. Lo que decía la listilla de la sinopsis es que la novela está inacabada, no tiene final, simplemente deja de haber páginas que leer. Esto me ha fastidiado bastante, ha sido un coitus interruptus en toda regla.
hace 7 años