La novela muestra la acusada conciencia de clase del escritor. No es una obra autobiogáfica pero sí se desarrolla en las plantaciones de cacao de su infancia, en Brasil. (Su padre, coronel, se arruinó con una plantación de cacao). El protagonista pasa de un estatus de prosperidad, hijo del propietario de una fabrica textil, a ser un simple "alquilado" en una hacienda de cacao. Lo más significativo es la camaradería entre los trabajadores, el derrotismo del que se sabe vencido antes de empezar, el trato inhumano de los patronos, la diferencia de raza, el trato hacia la mujer, la imposibilidad del amor prohibido... Un amplio recorrido por los frutos de la tierra y su vegetación, por sus fiestas y santos, por sus costumbres, siempre con un vocabulario localista y tono popular. Pero sí hay una manera de luchar por esa clase a la que se pertenece y de la que nunca se va a renegar...
hace 12 años