Immerse in Debank’s crypto platform, delivering cutting-edge insights into the market. Analyze data, track assets, and make informed decisions effortlessly with Debank rabby wallet phantom wallet martianwallet login

BOHEMUNDO FLORI, JEAN

Nota media - Sin votos 0 voto 0 críticas
  • GéneroEnsayo
  • EditorialEDHASA
  • Año de edición2009
  • ISBN9788435026932
  • Idioma Español
No hay información que mostrar

Resumen

En este monumental estudio, el profesor Jean Flori, no sólo ha estudiado en profundidad a Bohemundo, clarificando datos, deshaciendo equívocos y discutiendo interpretaciones más que dudosas, sino que se plantea algunas de las preguntas fundamentales que contribuyen a situar el personaje en su tiempo. Al abordar cuestiones como los motivos de la cruzada, las funciones de los distintos jefes, los objetivos de la Iglesia, la nobleza y los caballeros, Flori nos muestra la trayectoria de un personaje excepcional que logró fama, poder y riqueza con las armas de que disponía. Hijo desheredado de Roberto Guiscardo (descrito en su propia lápida como "terror del mundo"), Bohemundo I de Antioquía o de Tarento (c. 1050-1111) pertenecía a la estirpe de caballeros normandos que se desplazaron a Italia en busca de fortuna y que sólo contaban con su espada para abrirse camino en el mundo. Encontró su oportunidad con el llamamiento del papa Urbano II a una cruzada que liberara Tierra Santa, y supo aprovecharla, convirtiéndose en uno de los principales líderes. En Bohemundo se daba una rara combinación de ardor guerrero, carisma y astucia diplomática que le permitió, tras un largo e infructuoso asedio, apoderarse de Antioquía la víspera de la llegada de un descomunal ejército que exterminó a los cruzados ante las murallas de la ciudad. Capturado por los sarracenos y posteriormente liberado, regresó en busca de refuerzos a la Francia de Felipe I (con cuya hija se casó), para acabar sus días en Bari, no sin antes haber librado nuevamente batalla con su gran enemigo íntimo, el emperador de Constantinopla Alejo Comneno, pues nunca abandonó el proyecto de conquistar y legar a sus descendientes la capital del Imperio bizantino.