Ella curaría su cuerpo, pero sólo él podía dejar que sanara su espíritu… Connor MacEgan era un guerrero, lo llevaba en la sangre. Sin embargo, cuando le destrozaron las manos de una forma brutal, pensó que nunca más podría empuñar una espada… ni acariciar a una mujer. Aileen O´Duinne, una mujer tan...