Desde pequeña, Leah sufre akinetopsia o ceguera del movimiento. Nada se ha movido a su alrededor en los últimos veinte años. En un abrir y cerrar de ojos, su mundo se transforma y, al parpadear, lo que tiene delante desaparece. Tras la muerte de su madre, Leah vive inmersa en el silencio y el orden...