Además de una obra filosófica excepcional, Emil Cioran dejó a su muerte treinta y cuatro cuadernos manuscritos que empiezan el 26 de junio de 1957 y terminan en 1972. «Llevo el fragmento en la sangre» señaló el propio autor, y, efectivamente, casi a diario Cioran fue anotando estas reflexiones dispe...