Agatha Christie logra su objetivo principal, que es tenerte en vilo hasta la última página. Poirot tiene que resolver un crimen cometido en el Orient Express, con todos los sospechosos presentes, ya que el asesino no ha podido abandonar el tren, detenido por la nieve. Poco a poco, por medio de los interrogatorios, realizados de manera metódica por Poirot, y las pistas encontradas, el lector puede ir planteándose sus propias hipótesis. Cuenta incluso con un pequeño plano del tren con la señalización del compartimento ocupado por cada viajero. Altas dosis de misterio, muy recomendable.
hace 13 años
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