En una finca llamada La Isla, a poca distancia de La Habana, vive una pequeña comunidad sobre la que se cierne una amenaza inaprensible. Allí, en un caserón vetusto, en un lugar conocido como el Más Acá y rodeado de una vegetación exótica y exuberante a la que parecen querer ordenar fantasmales estatuas y fuentes, los miembros de una familia están como a la espera de un acontecimiento que quebrará para siempre su lastrada inercia. Entretanto, como signos de alerta, pequeños incidentes, aparentemente inocentes, van sucediéndose en el laberinto de un presente impreciso, hecho de recuerdos, evocaciones y deseos, mientras la atmósfera de un turbulento trópico va electrizando a los habitantes de La Isla y conduciéndoles, según el libre y caprichoso albedrío de un ser omnipotente, hacia un final en realidad anunciado.