De Michael Peinkofer “Trece runas”.
Una historia de aventuras y de muchas otras historias: de amor, de literatura, de religiones, de tradiciones, del bien y del mal. Así, el libro se retrotrae a varios siglos atrás, con batallas y sus protagonistas, como William Wallace y Robert Bruce. Las creencias celtas y los mensajes de las runas forman parte de una trama que atraviesa todo el relato, mientras que los cristianos pugnan por imponer sus mandamientos. Estos sucesos llegan al siglo XVIII, cuando Walter Scott escribe afanosamente sus novelas, integrando la historia a ellas y convirtiéndose así, en su vida y trayectoria real, en un pionero de la novela histórica. Sus asesores, que lo ayudan investigando en recónditas y fascinantes bibliotecas, encuentran un testimonio que los involucrará en una sucesión de hechos sangrientos. No faltan las convenciones sociales y sus tristes separaciones de clases, donde el amor romántico deberá quedar rezagado… ¿o no? Ingleses y escoceses en su rivalidad, en sus anhelos de opresión y de libertad respectivamente. Por último, Stonehenge, un castillo, una familia ancestral y una hermandad que envolverá a todos los personajes con una oscuridad igual a las cogullas que usan los miembros de esta logia, para que sus siniestros rostros no sean descubiertos, mientras intentan por todos los medios descubrir un secreto antiquísimo, tal vez sobrenatural. Entonces, es un libro donde se entrelazan muchas, variadísimas historias, pero escritas con una dinámica atrapante, ágil, sencilla en su relato, pero donde las confabulaciones se suceden y hacen que no se quiera dejar de leer.
hace 5 años
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