Novela de estilo muy personal.Tiene algo de Valle Inclán, por lo de “esperpento”, con personajes que resaltan por grotescos, al estilo de “Luces de Bohemia”. Dicen que también se inspira en el realismo sucio de Bukowski. La historia nos sitúa en un Madrid cañí, bohemio y delincuente a finales del siglo XX. Con mucho lenguaje caló y de esos ambientes. Es una historia llena de violencia, sexo, drogas y ambición. El protagonista es todo un hallazgo, una perla, todo un prototipo de personaje que pulula por esos barrios. El dominio del autor sobre el tiempo adelante y atrás, entrelazando tres historias, es todo un ejercicio de maestría. Es una novela para exigentes. A mí me ha gustado, aunque debo reconocer que en algún momento se me ha hecho pesada. No es una lectura fácil.