La antología reúne a cinco nombres representativos de la poesía romántica inglesa: los "lakistas" o "laguistas" Coleridge y Wordsworth y los más emblemáticos lord Byron, Percy Shelley y John Keats. El libro ofrece una edición bilingüe que, sin duda, es una ventaja para el que quiera disfrutar de los poemas originales y seguir las traducciones realizadas, en su mayor parte, por Valverde, autor de la antología, pero también por Leopoldo Panero, que tiene la particularidad de hacer suyos los poemas en su esfuerzo por mantener el verso y una métrica más regular.
Aunque en la útil introducción (donde se hace una reflexión sobre los poetas y su tiempo, pero, más importante aún, los criterios de selección de autores y poemas) se da una explicación plausible de la ausencia de William Blake, quizás haya quien eche de menos a uno de los poetas más personales del movimiento (la misma razón por la que se ha quedado fuera). Llama la atención la ausencia de algunos poemas emblemáticos, precisamente por su popularidad, como el Don Juan de Byron o el Adonais de Shelley. En el caso de este último, la selección realizada es quizá sensiblemente menor, dados el volumen y la importancia de su producción poética, en favor de Keats, lo que supone una oportunidad para el menos conocido (teniendo en cuenta lo inadecuado de este adjetivo) del trío romántico inglés por excelencia. Una selección en la que se da una mayor relevancia a la sensibilidad hacia el paisaje de los "laguistas", se hace hincapié en aquellos poemas que otorgaron a Byron y a Shelley el apelativo de "satanistas" y "malditos", como el "Caín" o el "Prometeo desencadenado", y se ahonda en la aguda sensibilidad poética de Keats, para el que todo su entorno servía de inspiración poética. Lo único que se puede echar de menos (aparte del ya citado Blake) es que algunos de los poemas no se ofrezcan en su totalidad, a pesar de que ello supondría un aumento considerable de volumen de la antología.
Sin duda, una buena oportunidad de acercarse y disfrutar de los grandes poetas románticos ingleses, tanto en su versión original como en la esforzada traducción que se nos ofrece.
Monserrat Yáñez