Una excelente historia, retrato bastante fiel de una realidad que se vivió durante décadas, de fácil lectura y a la que la estructura desordenada convierte en un apasionante puzzle, haciendo atrapante con sus capítulos cortos una historia que de otro modo sería densa y excesivamente deprimente para el lector. Tiene puntos clarividentes, como señalar que Miren solía ser una mujer apolítica que incluso lloró con la muerte de Franco y que se volvía pro-etarra simplemente por apoyar a su hijo, pero en general la historia me pareció algo maniquea (si bien entiendo que es necesario que sea así) y que tira bastante de estereotipos sobre el carácter vasco (el matriarcado, el hombre pusilánime, la exagerada parquedad de palabras, etc.) . A destacar la extraña sit-com en la que se convierte el piso de los etarras en Benta Berri, un punto de humor negro necesario frente a ciertos extremos trágicos innecesarios, ejemplificados sobre todo en Xabier, personaje que no aporta absolutamente nada a la trama. También me llamaron la atención ciertos recursos del autor cuya gracia no acabo de entender (¿"escupiente de comida"? ¿"sacadores de fotos"?). No obstante, consigue emocionar mucho y tiene un magnífico final, grande en su sencillez.
hace 3 años
8
-5