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Resumen

Corre el año 1946. Una joven italiana, culta y políglota, llega a Estados Unidos para reencontrarse con su marido, un oficial norteamericano con el que se casó en Italia al final de la guerra. Viaja llena de ilusiones en un singularísimo barco repleto de esposas de otros soldados yanquis. La «anormalidad» de ese viaje anticipará ya los sorprendentes, y a veces infortunados, giros que va a dar su vida en cuanto llegue a tierra. Oh, América dibuja de un modo tan divertido como lúcido una época fascinante y una nación tan grande como contradictoria, y lo hace a través de una voz (a ratos indecisa, a ratos segura de sí misma) que representa a toda esa generación de mujeres que se alzó sobre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial. La mirada europea de la protagonista nos lleva de los altos rascacielos de Nueva York a la soleada California, de Reno a Hawái, y coloca a un sinfín de personajes bajo su implacable y a la vez comprensiva lupa: locutores de radio y actores, cowboys y millonarios, intelectuales y expatriados. Marcella Olschki escribió tan sólo dos novelas (una combinación perfecta de humor y melancolía, de juventud y aventura), pero bastaron para convertirla en uno de los nombres más estimables de la literatura italiana del siglo XX. «Acción y reflexión» podría ser su lema.

1 críticas de los lectores

7

Marcella Olschki escribió solo dos obras en su vida – “Una postal de 1939” y “Oh, América” – pero le valieron para obtener reconocimiento como escritora. Ambas obras tienen carácter autobiográfico, narrando “Oh, América” su vida en Estados Unidos, a donde llegó en 1946 para encontrarse con su marido, un oficial estadounidense con el que contrajo matrimonio al final de la Segunda Guerra Mundial. Marcella era una mujer curiosa y culta que emprendió el viaje en un barco con otras mujeres en su misma situación. Un viaje marcado por la esperanza y la ilusión. Sin embargo, a su llegada Marcella se da cuenta de que su futuro no iba a ser tan feliz y placentero como esperaba. El relato de Olschki, que comienza de manera muy positiva, pronto empieza a estar marcado por la incertidumbre y lleno de claroscuros. De cualquier forma, buena parte del discurso está marcado por la nostalgia. La autora habla de todo lo vivido en las diferentes partes del país en las que vivió – Nueva York y San Francisco principalmente – incidiendo en las particularidades de cada lugar, la forma de vida, cultura, etc. Una lectura llena de encanto.

hace 7 años