Safier afianza la risa como terapia en su tercera y shakesperiana novela

El escritor alemán David Safier, autor de «Maldito Karma» o «Jesús me quiere», afianza en su tercera novela, «Yo, mi, me, contigo» su fórmula para provocar la reflexión mediante la carcajada, en esta ocasión con el joven William Shakespeare como protagonista.

«Sonreír nunca es suficiente -en tiempos de crisis como los que vivimos-, pero facilita las cosas y ayuda a superar esos miedos que a menudo nos impiden actuar frente a lo injusto», afirma el autor en una entrevista con Efe.

En «Yo, mí, me, contigo» (Seix Barral), una chica con problemas de desamor aparece, por medio de la regresión en el tiempo, en el Londres del Siglo XVI, y más en concreto dentro del cuerpo del joven y mujeriego Shakespeare, con quien deberá aprender a «convivir» mientras busca el significado del amor verdadero.

De las intrigas palaciegas de la Inglaterra renacentista al contaminado y estresante Berlín actual, los protagonistas viven una surrealista aventura mientras comparten un solo cuerpo, escriben al alimón y llegan a comprender que el amor es un sentimiento universal a pesar de los cinco siglos que les separan.

A los lectores de Safier les puede sonar ese trasfondo, porque es similar a los libros anteriores del autor, con una mujer contemporánea en apuros a la que sucede algo extraordinario que cambia su vida: reencarnarse en hormiga, enamorarse de Jesucristo, compartir cuerpo y mente con el autor de «Romeo y Julieta»…

Sin embargo, al autor no ve arriesgado abusar de esta fórmula.

«No escribo pendiente de lo que pueda pensar el público, eso nunca funciona. Escribo sobre personajes que me fascinan, y de hecho mi próximo libro lo protagoniza una familia entera. Es cierto que a todos les pasa algo increíble, pero si todas sus experiencias fueran corrientes, ¿para qué contarlas?», cuestiona.

Porque si experimentar una regresión ya es de por sí peliagudo, hacerlo y aterrizar en el cuerpo de uno de los más laureados literatos de la historia es antológico. El escritor confiesa que ha disfrutado muchísimo metiéndose en la mente del autor de «Hamlet».

Safier eligió a Shakespeare como personaje tras quedar fascinado con el libro «1599», que narra un año en la vida y época del escritor británico.

«¡Eran tiempos románticos y llenos de intrigas, de piratas, dramaturgos, una reina poderosa y una industria del entretenimiento liderada por el escritor más famoso del mundo!», destaca.

Para el autor alemán fue divertido meterse en la mente del británico: «Elegí al Shakespeare joven que no había alcanzado aún la fama porque así me identificaba mejor con él», ironiza Safier, que ha vendido más de cinco millones de copias de sus libros.

Precisa que no es necesario haber leído a Shakespeare para disfrutar de «Yo, mí, me, contigo», aunque los entendidos reconocerán en ella «temas y construcciones cómicas de las que él usaba en sus obras».

«Podría decirse que mi novela es una muy moderna versión de sus comedias», bromea.

Porque, cree Safier, los tiempos del escritor inglés y los nuestros no son tan distintos, con la gente «enganchada» al entretenimiento como válvula de escape, y con el teatro cumpliendo el papel que hoy desempeñan «el cine, el fútbol y los conciertos de rock».

Aunque el que se publica ahora en España es el tercero de sus libros, Safier trabaja ya en el quinto, en el que promete «epatar» a los lectores con un insospechado protagonista.

El cuarto libro, que llegará a España en 2012, narra la historia de una familia infeliz a la que una bruja convierte en monstruos -una suerte de familia Adams o de «Los increíbles» para adultos- y que perseguirá a la hechicera por todo el mundo para que revierta el sortilegio.

No es de extrañar, pues, que Safier se lo pase bien escribiendo sobre personajes con vida propia que «hacen lo que quieren», cosas inesperadas que provocan la carcajada del propio autor, o le «tocan la fibra sensible».

«Así que al final mi experiencia al escribir no es tan diferente de la del público al leerme», sostiene este autor que encuentra más difícil escribir textos cómicos que dramáticos: «por eso tengo en alta estima a Chaplin y a Woody Allen», concluye.

Madrid, 29 dic (Lorena Cantó / EFE) 

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