‘Letal como un solo de Charlie Parker’, denuncia los intereses compartidos entre el Gobierno estadounidense y el crimen organizado

El escritor sevillano Javier Márquez Sánchez ha presentado esta semana en la capital hispalense, y posteriormente en Granada, su libro ‘Letal como un solo de Charlie Parker‘ (Editorial Salto de Página), una novela negra con sabor clásico, ambientada en los años 50, en la que personajes e historias reales se combinan con la ficción en una trama que denuncia los lazos e intereses compartidos entre el gobierno estadounidense y el crimen organizado.

Con incursiones anteriores en el terror o el thriller, y dejando claro que cualquier género «le resulta agradable», el escritor reconoce, sin embargo, que la novela negra le resulta «muy atractiva» porque «tal vez es el género más adecuado para hacer una ficción entretenida, y al mismo tiempo animar a una reflexión de carácter político social», puesto que toda novela negra, para ser definida como tal, «debe llevar implícita una crítica o reflexión a una situación política o social, porque si no se queda como una novela detectivesca al estilo Holmes o Aghata Christie».

Asimismo, y en una entrevista a Europa Press, Márquez Sánchez explica que el detonante de esta historia es su «interés» por las relaciones que se establecieron durante casi 30 años entre el Gobierno de Estados Unidos y el crimen organizado, empezando en la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, continúa, «me interesó mucho como el Gobierno norteamericano consideraba a la mafia amiga o enemiga según le interesaba, y es algo que ahí se ve muy claramente pero que es muchos otros países se da también, como en el caso de España, donde lo hemos vivido años atrás con el tema del GAL».

La historia que Márquez Sánchez ofrece al lector se centra en el personaje de Eddie Bennett, alias el Figura, uno de los tipos más populares de Las Vegas en 1955. Según el propio autor, se trata de un «solucionador de problemas» que vive en una suite del Hotel Flamingo, conduce un Pontiac Silver Streak y se codea por igual con estrellas como Frank Sinatra y capos de la mafia como Johnny Roselli. Un día recibe el encargo de gestionar el papeleo sobre una joven actriz que se ha suicidado. Pero tras husmear un poco, descubrirá que detrás de esa muerte hay algo más que un desengaño amoroso.

De este modo, la investigación llevará a Eddie desde los bares y casinos de Las Vegas al set de rodaje de la película ‘El conquistador de Mongolia’, en medio del desierto, donde tendrá que medir puños con la estrella más popular del momento: John Wayne. Ayudado por una resuelta periodista llamada Janet Baker, Eddie Bennet se irá encontrando con nuevos cadáveres que lo conducirán a descubrir un dramático suceso y una conspiración para ocultarlo; una trama que podría suponer cientos de vidas y en la que están implicados la Mafia, la CIA y el Ejército de los Estados Unidos.

Por otra parte, y sobre la imbricación entre los personajes ficticios y reales, el escritor asegura que «es una tarea compleja pero divertida», toda vez que afirma que «para poder hacerlo bien, hay que sumergirse mucho en los personajes, leer mucho y ver mucho». «En este libro hay más personajes reales que ficticios, y salvando la trama negra de una chica que aparece muerta y se investiga, el resto son historias reales que les han ocurrido a los personajes de los que se habla, o a otras personajes que he recuperado, y se los he aplicado a la ideología de los personajes ficticios», afirma el escritor.

Igualmente, y sobre el personaje de Eddie Bennett, el autor manifiesta que «ha intentado hacer un detective privado, aunque en realidad no lo es», y, agrega, «lo que no es en absoluto es un personaje a la usanza de la novela negra clásica. «Yo he intentado que sea un tipo bastante actual, que tiene más de personaje de los 60 que de los 30, un tipo que no es perfecto, y que, por supuesto, no es el típico tipo duro», de hecho es la chica «la que lleva la voz cantante, al contrario de los que suele pasar en novela negra». Eso sí, añade, «sin caer en el tema de la mujer fatal, porque sencillamente es una mujer de los 50, que reclama un respeto, y sabe imponerse en un mundo de hombres».

Por otra parte, y acerca de la posibilidad de que el Bennet vuelva a protagonizar alguna otra novela, el escritor sevillano ha dicho que «lo contempla y lo desea», ya que «me he divertido mucho con esta novela», subraya. Además, asegura, «ha quedado mucho en el tintero, porque de aquella época hay mucho por contar y tengo en mente algunas tramas que me podrían dar pie a abordar otras historias reales como la que aquí se cuenta, el rodaje maldito de aquella película de John Wayne». «Solo estoy esperando que pase un tiempo, y si el editor dice que fantástico, que a los lectores les gusta mi novela, estaré encantado de volver a meterme con Bennet y Baker».

SEVILLA, 4 (EUROPA PRESS)

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