El Gobierno de EE UU demanda a Apple por fijar precios de ‘ebook’

El Departamento de Justicia norteamericano ha presentado este miércoles una demanda contra Apple y contra los cinco mayores editores de libros de Estados Unidos en la que les acusa de “conspirar para aumentar el precio de venta de los libros electrónicos y de ese modo limitar la competencia en su venta”. Mantiene la fiscalía del Gobierno norteamericano que, con la formación de ese cártel, Apple y las editoriales han obligado a los consumidores a pagar por los libros electrónicos adquiridos decenas de millones de dólares más de lo que hubieran pagado en un mercado completamente libre.

Las editoriales son Macmillan, Penguin, Hachette, HarperCollins y Simon & Schuster. Las tres últimas han aceptado llegar a un acuerdo extrajudicial con los fiscales, según el cual dan por terminado cualquier pacto que hayan suscrito con Apple en materia de venta de libros a través de la Red. “Si se aprueban finalmente estos acuerdos, finalizarían la litigación antimonopolística del Departamento de Justicia contra esas empresas, y se requeriría que le ofrezcan a minoristas como Amazon o Barnes & Noble la capacidad de reducir el precio de sus libros electrónicos”, dijo en conferencia de prensa el fiscal general Eric Holder.

La demanda detalla cómo operaron aquellos a los que califica de “conspiradores”: “Los editores demandados se comunicaron entre ellos de forma habitual, en conversaciones privadas, tanto en persona como a través del teléfono, y a través de correos electrónicos, para intercambiar información sensible y darse garantías de cooperación para lograr los fines de la conspiración”, asegura. “Millones de libros electrónicos que se hubieran vendido a 9,99 dólares o otros precios bajos acabaron vendiéndose por otros precios marcados por los Acuerdos de Agencia de Apple, por lo general 12,99 o 14,99 dólares”.

Es ese precisamente el objetivo que Justicia le atribuye a la conspiración: imponer en la venta de libros lo que se conoce como un modelo de agencia. “Bajo ese modelo, los editores controlan el precio de venta al público designando a los minoristas como ‘agentes’ que no tienen en realidad la facultad de alterar el precio de venta que imponen los editores”, dice la demanda. “En consecuencia, los editores podrían poner fin a la libre competencia entre minoristas y aumentar los precios que los consumidores pagan por los libros electrónicos”.

En la demanda, además, se citan las palabras del fallecido fundador y consejero delegado de Apple, Steve Jobs, según se las dijo al autor de su biografía póstuma, el escritor Walter Isaacson: “Nos desplazaremos hacia un modelo de agencia, donde [las editoriales] fijan el precio y nosotros nos quedaremos con el 30%, y el cliente pagará algo más, pero eso es lo que ellas quieren de todos modos”. Las conversaciones entre los directivos de las empresas demandadas comenzaron en septiembre de 2008, según se asegura en la demanda, presentada en los juzgados de Nueva York.

Asegura el Gobierno norteamericano que Apple y sus asociados en el mundo editorial forzaron un aumento del precio del libro en todas las plataformas de venta digital, hasta el punto de forzar a Amazon a perseguir una estrategia de venta muy agresiva, con la que llegó a perder dinero en la venta de algunos volúmenes a precio descontado.

Los fiscales alegan en la demanda que fue la inminente comercialización de la tableta iPad en 2010 lo que llevó a Apple a buscar un acuerdo con las editoriales: “La conspiración de los acusados para limitar la competencia en los precios de los libros electrónicos se forjó mientras las editoriales demandadas planeaban su propia conspiración para limitar la capacidad de Amazon de ofrecer libros electrónicos con descuento y Apple se preparaba para lanzar su tableta, iPad, y consideraba si debería vender libros electrónicos que pudieran leerse en ese nuevo dispositivo”.

El Departamento de Justicia ha anunciado que mantendrá abierto el caso contra aquellas empresas que han optado por no alcanzar un acuerdo, la fabricante del iPad y dos de las editoriales. “Tres de las empresas -Apple, Macmillan y Penguin- han decidido litigar el caso”, dijo en conferencia de prensa, este miércoles, el asistente del fiscal general, Sharis Pozen. “Seguiremos persiguiendo enérgicamente las demandas contra esas compañías para asegurarnos de que los consumidores obtienen plenamente todos los beneficios que la libre competencia les ampara”. Tanto Apple como Amazon, el principal perjudicado de la formación de ese cartel, han rechazado hacer declaraciones sobre el asunto.

Washington, 11 abr. (DAVID ALANDETE / elpais.com)

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