México despide a Carlos Fuentes

El escritor mexicano Carlos Fuentes fue despedido en su querida Ciudad de México, donde miles de ciudadanos aplaudieron y mostraron su cariño a un hombre que ha marcado sus vidas.

Pese a que México fue la ubicación de muchas de sus novelas y uno de sus grandes amores, las cenizas del escritor serán trasladadas a París, al cementerio de Montparnasse.

Fuentes decidió que allí quería descansar eternamente, no para compartir campo santo con grandes de la literatura como Jean Paul Sartre o Charles Baudelaire, sino para estar con Natasha y Carlos, dos hijos a quienes la vida no le permitió disfrutar suficiente.

«Para mí significaba mucho, era un gran escritor y una de las personas más importantes en mi vida porque me ha inspirado muchas cosas. Es una persona de las que el mundo necesita para cambiar», decía Silvia, una joven de 18 años.

Desde el mediodía, centenares de admiradores del escritor, que falleció ayer a los 83 años por una hemorragia en el aparato digestivo, se agolparon a las puertas del Palacio de Bellas Artes, donde se instaló la capilla ardiente, para decirle adiós.

«Nos vemos allá, en otros pasajes, en otros capítulos o en algún final. Te leemos siempre», decía una cartulina sostenida por un joven, que contó que en la universidad siempre les han inculcado la grandeza de obras como «Aura», «La muerte de Artemio Cruz» o «La región más transparente».

El féretro salió a primera hora de la mañana de la casa del escritor, en San Jerónimo, donde fue velado durante la noche en la intimidad por familiares y amigos.

En el recorrido hasta Bellas Artes, algunas de las calles de la capital mexicana se llenaron de ciudadanos que aplaudían al paso del vehículo.

Al llegar al Palacio de Bellas Artes la carroza fúnebre, su esposa, Silvia Lemus, y su hija, Cecilia Fuentes Macedo, esperaban en la puerta.

Aplausos, un chelo con música de Bach, la bandera mexicana cubriendo el ataúd, una foto del escritor sonriente y decenas de coronas de flores enviadas por entidades culturales, el Gobierno mexicano y hasta de la presidenta argentina, Cristina Fernández, país en el que Fuentes residió cuando era niño, llenaban el recinto.

En el acto participó el presidente mexicano, Felipe Calderón, quien dijo que Fuentes «ha muerto para ser amado más» y destacó que sus obras no se irán nunca.

«Mi querido don Carlos: ni su pensamiento, ni sus libros, ni su crítica morirán jamás», expresó emocionado el gobernante mexicano, quien aseguró que el escritor seguirá viviendo «en su palabra, en varias generaciones de mexicanos».

El mandatario dedicó la mayor parte de su discurso a leer pasajes de la obra del autor de «En esto creo», en la que Carlos Fuentes cavila sobre la idea de la muerte.

Previamente, el también escritor Federico Reyes Heroles hizo una semblanza del autor y destacó sus dotes como orador y conversador y su firme apuesta por la palabra como instrumento para llegar a todos.

«Era una antena muy sensible de lo que ocurre en el mundo», dijo el escritor, quien resaltó que Fuentes logró «llevar a México al mundo y traer el mundo a México».

La titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, le describió como un «intelectual irrepetible, cuya voz resuena con pertinencia y autoridad en todos los rincones del mundo, un hombre con un pensamiento tan luminoso como su prosa».

«Difícilmente podríamos entendernos sin Carlos Fuentes, sus libros forman parte del paisaje cultural de México, el centro de sus inquietudes literaturas e intelectuales», indicó.

Al homenaje asistieron colegas de fuentes como Elena Poniatowska, Laura Esquivel o Ángeles Mastretta, y artistas como el cineasta Arturo Ripstein o el pintor Vicente Rojo.

El alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, también intervino en el acto y dijo a la prensa que en los próximos días se van a hacer diversas actividades en torno al escritor, «un gran personaje de la ciudad y de la identidad de la ciudad».

México, 17 may (EFE)

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1 opinión en “México despide a Carlos Fuentes”

  1. A mí sinceramente me decepcionó que Carlos Fuentes enterrara a sus hijos en París y que él también quisiera estar allá. Es lógico si se trata de sus hijos, pero doloroso para algunos mexicanos, como yo, que prefirieran la tierra gala a la nuestra. Ahora para ver su tumba, para ir a saludarlo, tendré que ir hasta París.

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