En 1961, a partir de la creación de The Fantastic Four, Stan Lee y Jack Kyrby dieron un nuevo giro a la definición del termino superhéroe. Conjugando melodrama, aventura, ciencia-ficción, humor, fantasía autoparodia, y potenciando sobre todo a los personajes como desclasados sociales en virtud de sus propias cualidades suprahumanas (Superhéroes con superproblemas), Marvel Cómics llegaría a convertirse en un imperio editorial donde, a lo largo de casi cuatro décadas, se reflejarían las modas, noticias, corrientes de opinión y cambios de pensamiento de la sociedad norteamericana contemporánea, hasta crear una mitología de nuestro siglo.