Es una novela corta, narrada en primera persona y con tintes autobiográficos. El protagonista recuerda, cincuenta años más tarde, el verano de sus diez años. Es un niño que se sabe y siente distinto, sus lecturas, su pesca, sus crucigramas, sus pensamientos ocupan las páginas, y también la chica que conoció en la playa y le acercó al amor, esa sensación que nunca había entendido en los libros. Me ha parecido una narración preciosa, muy poética y delicada, y que transmite sentimientos de una manera sencilla pero soberbia. Es el primer libro que leo del autor y espero que no sea el último. Me ha gustado mucho.
hace 12 años