Las chicas de campo son Baba y Cait. Baba es un mal bicho acosador, a mi modo de ver, y abusa bastante de Cait. Juntas pasan su infancia y su adolescencia, parte de la cual sucede en un internado de monjas católicas. Y tras el internado se van a vivir a Dublín, donde estudian y trabajan y dejan de estar en ese entorno a la vez vigilante y amoroso que es la vida rural. La religión ya no pesa tanto en sus vidas. Es una novela tranquila, sin alharacas, que cuenta la vida de ambas desde los trece o catorce años hasta los dieciocho o diecinueve. De cómo Cait va siempre como a remolque de Baba y de cómo deja de ir a remolque. Y de la vida, en general, de lo que trae consigo el ir cumpliendo años y entrar en la vida adulta, de la pérdida de la inocencia.
hace 3 años