Un personaje se basta para atrapar al lector encantado de repasar sus hazañas/fechorías aun cuando reconozca que se trata de un personaje bastante deleznable, sobre todo respecto a las relaciones con el sexo opuesto, que más bien es el sexo puesto y por poner. Magnífico tratamiento del lenguaje y la narración, absolutamente argentino, y la frustración por un tan brusco final. No se parece en nada pero hay algo que me hizo recordar El secreto de tus ojos.
hace 3 años