Una obra inmensa, infinita. Tiene bastantes pasajes tediosos, excesivamente enrollados, que dificultan su lectura, pero que cuentan con una profundidad abrumadora. Hay gente que propone a los nuevos lectores que se los salten, ya que no son pocas páginas y su aporte a la sucesión de eventos no es crucial del todo, pero hay que decir que lo enriquecen y que al fin y al cabo, forman parte de su riqueza. Por definirla de alguna forma, diría que es una novela de formación del protagonista. Trata sobre la estancia de Hans Castorp en un sanatorio en las montañas, y de los eventos que vive allí. Es testigo de conversaciones filosóficas de un calado nada desdeñable, y principalmente, en esto radica la dificultad de la obra. Son charlas que se alargan bastante, y en las que hay que hacer un esfuerzo concienzudo para no perder el hilo. Pero también gracias a esto, es una obra que te deja muy marcado. Realmente te forma como lector, y te hace sentir cercano al protagonista como pocas veces habrás sentido. Tiene muchísimas lecturas por su enorme simbolismo y son realmente interesantes. Desde luego, no es una obra lúdica y ligera. Aún así, la propia trama, al margen de las conversaciones es francamente interesante, y cuenta con unos giros que me han emocionado intensamente; algunos momentos me han dejado hundidísimo y en otros he saltado de alegría. Además, la construcción de los personajes te deja con ganas de más, ya que son muy carismáticos y porque viven en una burbuja lejos de su origen; no sabes nada de su historia en la vida de "allí abajo" (del mundo fuera del sanatorio en las montañas), como dicen. Yo, personalmente, la recomendaría al cien por cien, pero recalcando que no es una obra fácil de leer. Exige mucho esfuerzo, pero merece la pena, y además, te marca para siempre.
hace 1 año
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