Novela corta que me recuerda a mi infancia. Descubrí la biblioteca de mi pueblo a los 8 ó 9 años; entraba a leer tebeos, hasta que un día la bibliotecaria, mujer del alcalde y maestra local, me dijo que podía llevarme a casa el libro que quisiera. Descubrí un nuevo mundo, el placer de leer, que ya nunca he abandonado. Bueno pues en esta biblioteca siempre me llamaba la atención este libro, que nunca me atreví a leer por miedo, sí a hojear. Y ahora por fin, lo he leído. Me ha parecido muy divertido. Destila una fina ironía y al final hasta ternura. Me ha gustado.
hace 10 meses