Aunque históricamente hablando es impecable (más allá de las versiones que existen entre la veracidad al cien por cien de los hechos narrados en el Cantar del Mío Cid, para unos considerado un obra literaria, para otros con plena verosimilitud histórica), la lectura se hace un poco cuesta arriba con tantas idas y venidas, nombres de reyes y localidades, avances y retrocesos. Es apta para aquellos a los que les apasiona la historia medieval. A mí me resultó un poco larga, sobre todo al final. Aunque quizá no tenga que ver con su contexto histórico sino con la habilidad de manejar la pluma.
hace 1 año