Más allá del desasosiego de su gran prosa y de sus versos, Pessoa ofreció una "sátira dialéctica" en una de las pocas obras que publicó en vida. El banquero anarquista es un diálogo con un hombre rico y opulento que trabaja en un banco y que ha amasado tanto dinero que ya no lo necesita, y que se considera anarquista, pero no de los que ponen bombas. La humildad es una virtud que el que la tiene no puede decir que la tiene. Con el anarquismo pasa algo parecido. El anarquista verdadero no necesita proclamarse como tal, porque los demás ya lo hacen. Habría que dudar, así, de aquellos que se llaman anarquistas a sí mismos. En esta divertida sátira, se define al anarquista como el sublevado contra la injusticia social por la libertad de todas las personas. El método que une teoría y práctica es la lucha contra las convenciones o "ficciones sociales" que perpetúan la desigualdad, presentadas como naturales. http://breotosar.blogspot.com.es/2017/01/el-banquero-anarquista.html

Fue una de las pocas obras escritas por Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935) que no se publicaron a título póstumo. Recomendable, que no entretenida, su valor continúa vigente: ¿Cuántos de nosotros no nos hemos quedado boquiabiertos escuchando las contradicciones, los juegos de palabras y el lenguaje artificioso y retorcido de banqueros o especuladores que esconden mentiras detrás de grandilocuentes discursos? Algo muy similar le ocurre al "banquero anarquista" creado por Pessoa; personaje contradictorio,cínico hasta decir basta, que, si tiramos de refranero, siempre acaba arrimando el ascua a su sardina: "Había solo un método: adquirirlo, conseguirlo en cantidad suficiente como para no sentir su influencia, y de cuanto más dinero me apoderase, más libre sería de su influencia. [...] Me entregué por completo al objetivo de someter al dinero, y lo logré enriqueciéndome".