Es un monólogo muy rápido con una historia que resulta muy interesante , muy curiosa y que va de menos a más (la segunda mitad me ha gustado muchísimo )y , aunque es un estilo de vida que me es ajeno, he acabado comprendiendo a la protagonista .

Tina Balser es un ama de casa neoyorquina de los años 60 que siente que su vida deja de tener el sentido que parecía tener. A través de sus páginas vamos conociendo sus miedos, sus anhelos, sus inseguridades... y vamos cogiéndole una manía tremenda a su clasista, machista e ignorante marido. El libro tiene momentos muy interesantes y otros que se me han hecho bola.

Muy entretenido y aunque parezca mentira muy actual.

A veces se hace un poco pesado pero es entretenido.

No sé si lo terminé por que me gustaba, o por agonía, o por saber si le daba la "patada" al marido... No lo sé, pero me esperaba otra cosa después de que me lo recomendarán tanto, y supongo que parte de que no lo disfrutará como es debido se debió a las grandes espectativas que me crearon. Reconozco que la narración la mayor parte del libro es amena, otras se me hizo pesada, y otras tantas llegué a pensar que podrián aumentarse o acortarse.... Soy madre, soy esposa y soy ama de casa... pero aún así no logré sentirme identificada ni con la mujer de antes ni con la mujer de hoy en día que tanto me dijeron y repitieron que me iba a pasar... UUm... no sé, de verdad, insisto en que fue por esas altas espectativas por las que no llegó a gustarme del todo, tal vez si no me lo hubieran pintado tan maravilloso lo podria haber degustado mas.

Un libro que recomiendo a todo el mundo, no solo a amas de casa desquiciadas. Lo comienzas a leer con una idea, pero según vas avanzando, esa idea preconcebida, da paso a otra muy distinta. Después de leer este libro solo puedo afirmar que "todo depende del color con que se mire".

La protagonista del libro representa el modelo de mujer, bastante tipico de la época de 1960, mujer de clase media, desubicada, que se desvive por su casa, a cambio de nada, sin realización personal completa, del cual Betty Friedan extrajo su propio estudio, titulado La mística de la feminidad, casualmente sólo unos 3 o años antes que se publicará esta obra. Aunque algo pesado, -parece interminable, tal cual como ocurre en la realidad con las tareas domesticas- es interesante sumergirse en esa época, ponerse en la piel de esa mujer, lo que da pie a plantearse algunas de las circunstancias por las que pasa el matrimonio, y la relación con el marido, y con el papel que tiene él en todo, no puede pasar desapercibido.

Me esperaba bastante más puesto que me habían hablado muy bien de este libro.
A mí se me hace un poco pesado pero está bien narrado.
Un humor muy inglés.
Entretenido.