En Capo de Ponte Emilia nunca pasa nada. Hasta el día en que el pueblecillo de la Baja Padana se desconcierta ante el descubrimiento de una mano amputada en el buzón de un anciano jubilado. En Milán pasan muchas cosas, pero ni la desaparición del dueño de un restaurante japonés, ni el descubrimiento...