«Por mi parte –escribió Baudelaire en uno de las deslumbrantes piezas que integran El esplín de París–, yo creo que me encontraría siempre bien allí donde no estoy… ¡En cualquier lugar, con tal que sea fuera de este mundo! ¡En cualquier lugar!…» El tedio vital y el afán de ir más allá, el ahogo que...